
Finanzas Corporativas
Emprender y el viacrucis de informes
Artículo

Francisco Javier Castro Montalvo
Consultor financiero
Emprender no es un asunto para cualquiera, se necesita una alta dedicación y un espíritu de resiliencia probado. Batallar a diario (incluidos los fines de semana) con los retos de los mercados y la competencia requiere un ímpetu indomable.
Cada día de un emprendimiento es un reto nuevo, innovación, mercadeo, estrategia de redes, escalamiento, satisfacción del cliente, entre un listado casi interminable de asuntos en que concentrarse para que la idea de negocio prospere, crezca y madure.
Lo que muchas personas no tienen en cuenta es que en esa carrera obstáculos ya dura y tediosa, se convierta en un terreno inclinado por parte del estado y la administración pública. No solo por imponer el deber de contribuir cuando las circunstancias son inciertas, sino al hacerlo a una de las mayores tasas de contribución del planeta (según Banco Mundial, informe Doing Business 2019).
Si bien todo empresario reconoce que debe contribuir a la sociedad y tributar es uno de esos deberes que se debe honrar, pero si para ello debe inmiscuirse en un galimatías administrativo, poniendo una pesada ancla que se debe arrastrar so pena de sanciones que pueden llegar incluso a insolventar ese naciente emprendimiento.
Por toda Hispanoamérica el tedio se nutre de acuerdo con cada idiosincrasia y acento local, para ejemplarizar mostraré el asunto con la realidad que mejor conozco, la colombiana, pero está no dista mucho de países de nuestro entorno cultural.
Las normas
El estatuto tributario colombiano consta de más de 900 articulos, además de un sinnúmero de decretos reglamentarios de diferentes ministerios, conceptos de la administración de impuestos (DIAN), conceptos de la administración de impuestos local (secretarias de hacienda), Banco de la República, entre otros.
Además, cada gobierno nacional acostumbra a hacer una reforma tributaria, en promedio una cada 18 meses, un parche que deroga, reinterpreta y engruesa el ya extenso articulado. Toda una colcha de retazos.
En las últimas reformas se han hecho con nocturnidad y alevosía durante las dos semanas previa al final de año cambiando las reglas de juego para el año inmediatamente posterior.
Además, la premura hace que las normas sean de poca calidad, resulten poco clara, contradictorias en algunos casos y algunas son demandadas ante el mismo estado por bufetes de abogados tributaristas, proceso que no solo es lento, sino complejo. En ultimas, toda reforma tributaria trae incertidumbre e inseguridad jurídica respectiva.
Lo anterior, hace que el deber de tributar sea de expertos y hace casi imprescindible que usted en reiteradas ocasiones tenga que visitar el despacho de un abogado especializado, asumiendo un costo que a veces es sustancial para cumplir con un deber que convendría fuera simple para el contribuyente.
Al iniciar una nueva empresa
Si usted decide establecer una empresa, de golpe, sin ningún periodo de adaptación, se convierte en garante público de su entorno de proveedores y contratistas. Esta responsabilidad crece y se hace más complejo y riesgoso en la medida en que su emprendimiento logre perfilarse al desarrollo.
Su recién nacido emprendimiento, de repente se convierte en garante ante la propia administración pública del deber que deben cumplir otros agentes privados. Cada vez que usted contrate a cualquier persona natural o jurídica, le corresponderá verificar que este cumpla deberes como pagar los aportes a la seguridad social, tengan una adecuada inscripción ante el registro tributario, entre otras formalidades y obligaciones.
La penalidad por no hacer cumplir a los demás los deberes que le corresponden la asumen su pequeño emprendimiento, pues sus gastos se harán no deducibles de impuestos y tendrá que tributar en mayor proporción. Es decir, usted paga por no controlar que los demás cumplan.
El deber de tributar
Además de lo anterior, le cae encima el ancla de un mínimo de treinta y un (31) reportes tributarios; seis (6) declaraciones de impuesto a las ventas, seis (6) declaraciones de impuesto de industria y comercio, seis (6) de retención ICA, doce (12) declaraciones de retención en la fuente y una (1) declaración anual de impuesto de renta. Lo curioso es que las dieciocho (18) primeras tienen como fuente de información los ingresos de la empresa, pero hay que realizarlas en diferentes formatos, con diferentes detalles, ante diferentes entidades, en diferentes fechas, con onerosas sanciones y con el único fin tributar o girar recursos apropiados de los clientes.
En cuanto a los impuestos locales (municipios), Si su empresa tiene sede y actividad en más de un municipio, añádale a lo anterior, formatos y fechas de acuerdo con cada ciudad.
Me cabe unas cuantas preguntas: ¿Cuánto se ahorraría el Estado si una sola entidad recolectara todos los impuestos (nacionales y locales), en un único formato y lo retransfiriera a quien corresponde?, ¿Cuántos cruce de información al interior de las mismas entidades del Estado no tendrían que hacerse?, ¿Cuántas personas dejarían de trabajar en la minería de datos y se dedicaran a la caza de evasores?
Pero, además, cuanto ahorrarían los privados en vez de reportar dieciocho (18) declaraciones solo fueran cualquier número menor, por ejemplo, seis (6) al año. No solo me refiero al tiempo dedicado a la administración privada involucrada en ese menester, sino a los costos de transacción, la disminución de errores, entre otros. Hasta podría generarse mayores beneficios y tributos por la disminución de costos de los empresarios.
Reportes de información
Uno de los casos más delicado es el conocido como información exógena, que corresponde a la información detallada de las transacciones financieras y los tributos de la empresa. Esta misma información es solicitada por la administración de impuestos local y nacional, y de manera similar por entidades como la superintendencia de sociedades, las cámaras de comercio locales y el departamento administrativo nacional de estadística (DANE) en algunos casos. Eso sí, para no perder costumbre, todos los reportes se hacen en diferente fecha, en diferente formato, con diferente detalle y con diferentes multas en caso de omisión e inexactitud.
A la fecha de este artículo, ha habido intento de la industria del software por automatizar este tipo de informes, sin embargo, han sido infructuosos debido a los ya casi rutinarios cambios en forma y fondo del informe, es decir toca hacerlo manualmente en plantillas de Excel.
En otros términos, para algunas empresas es no contar con el departamento de contabilidad durante al menos un par de meses durante el primer semestre, o peor aun tener que contratar refuerzos para informar a diferentes instancias del estado y evitar multas.
¿Se imaginan usted que, en vez del calvario descrito anteriormente, el estado tuviera estandarizada una base de datos de información financiera que tuviera todas las necesidades informativas, donde cada entidad tomara lo correspondiente?
En vez de cinco (5) tediosos reportes, solo sería uno (1). Pero, si, además, fuera sistematizado y de fácil uso mediante un aplicativo. ¿Cuánto tiempo y burocracia se ahorraría el estado y las empresas para informar esta información?
Manejo de divisas
Si usted estableció una empresa con la deseosa finalidad de crear empleo local y exportar al resto del mundo, o importar insumos no producidos localmente para ofertar bienes de contenido nacional al mercado nacional e internacional. Como el manejo de sus divisas será relevante en su emprendimiento, en consecuencia, tendrá que gestionar moneda extranjera y lo más obvio es tener una cuenta en esa divisa.
Pues allí, le caerá un ancla más, pues tendrá que hacer dieciséis (16) reportes adicionales. Doce (12) al Banco de la República mensualmente y cuatro (4) a la DIAN trimestralmente. Sin olvidar que son en diferente formato, fecha, detalle y sanción. Pero esta vez cualquier inconveniente lo pagara excesivamente caro, pues las sanciones son tan onerosas que pueden ser hasta el 200% de la transacción.
Si se equivoca contrate a un prestigioso y costoso bufete de abogado, o huya del país.
Inversión extranjera
si su empresa naciente es seducida por algún inversionista internacional o algún extranjero apuesta en favor de nuestro país, porque cree fervientemente en el desarrollo de este, aportarle a nuestra economía generando empleo, importando tecnologías y conocimientos, la bienvenida pasa por adicionarles unos cuantos reportes, tales como precios de transferencia, reporte de inversión extranjera ante el Banco de la República y Superintendencia de sociedades, entre otros.
Controversias con la administración tributaria
Como mencione al principio las normas son extensas y solo aptas para expertos, pero a la ya diversa normativa, se suma la calidad de estas y que cada vez que se desea un estímulo económico, el gobierno de turno lo confunde con desgravación, excepciones y similares, que irá acompañado del respectivo decreto, ley, resolución, parágrafo y análogos. Haciendo más complejo el asunto.
Fuera de lo mencionado, además deberá someterse al arbitrio de la propia interpretación de los funcionarios de la administración tributaria. Una cosa es lo que piensa un funcionario en Bogotá y otro en la costa Caribe o Leticia. Pero, aun así, no fuera mucho el inconveniente si las controversias que se gesten, las dirimiera un juez competente. Pero allí está el asunto, pues la propia administración tributaria funge como juez y parte, y las instancias adicionales son con ella misma. En un régimen inquisitorio que además de obsoleto es inconveniente para la economía en su conjunto.
Afiliaciones a cámaras de comercio
En muchos países este asunto es voluntario y muchos empresarios optan por afiliarse por los beneficios que lleva estar agremiados. En Colombia es obligatorio y de ámbito local lo que se traduce en un impuesto injusto que se paga de conformidad con los activos que posea la empresa y para muchos pequeños empresarios en una carga sin beneficio alguno.
Pagar nomina
Por cada empleado que se tenga, sobre el salario implica tener que registrar en la contabilidad al menos 13 transacciones mensualmente entre prestaciones, aportes a la seguridad social e impuestos a las nomina (sueldo, aportes de pensiones, aportes a entidades promotoras de salud, cesantías, intereses a cesantías, prima de servicio, vacaciones, retención en la fuente, aportes al instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), aporte al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), aporte a la caja de compensación familiar y aporte a las administradoras de riesgo laborales (ARL)). Todos esos aportes y prestaciones (impuestos sobre la nómina) tendrá que pagar en fechas distintas y distintas bases de cálculo.
A lo anterior, añádala que, de manera similar al estatuto tributario, las normas laborales son un galimatías insufrible de mediado del siglo XX y poco tiene que ver con las realidades del siglo XXI.
La solución
La solución que optan muchas grandes empresas
Simple, deslocalizarse hacia jurisdicciones más amigables y aprovechar los múltiples tratados de comercio internacional para limitar sus actividades económicas en nuestras naciones a la parte enteramente necesaria, en muchos casos se circunscribe a parte del departamento comercial. Se exporta bienes que en diversos casos incluyen la optimización tributaria.
Hace un tiempo fue de amplia difusión el traslado de una planta de producción desde Colombia a una zona franca en México, desde allí exportar y en gracia al tratado de libre comercio con esa nación (cero arancel) se perdieron empleos industriales locales dejando como base solo algunas actividades comerciales.
La solución que optan muchos empresarios
Para ahorrarse inconveniente con el sagrado deber de tributar e informar a la administración pública, se hace altamente recomendable contar con algún asesor o todo un equipo completo de expertos, esto pasa por contar en sus haberes de un excelente contador público, un revisor fiscal bastante preparado, pero además de asesor tributario, asesor en el régimen cambiario, asesor en precios de transferencia, asesor para el plan vallejo, entre otro grupo de profesionales.
La solución para el pequeño empresario
Postergar todo lo posible el tener que formalizar una empresa, formalizarla parcial o simplemente informalismo. Está es la respuesta porque nuestra región posee una alta tasa de economía hundida.
Comentario final
Si usted sobrevivió a este extenso artículo, donde he tratado de ilustrar el marasmo que enfrenta un empresario de nuestro entorno económico para cumplir con el deber de tributar y cumplir formalismos, dejándome algunos temas para no hacer tedioso la lectura de este documento.
Añoro la esperanza que en un futuro no lejano tenga que actualizar este articulo y ello implique dejarlo en una página. Para tal fin sería necesario reformar, simplificar, elevar la calidad y derogar normas arcaicas, seria un gran gana-gana para la administración pública, el empleo y el mundo empresarial en general.

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